Sentimientos incompletos

Nunca habéis sentido que no habéis dicho las cosas que teníais que decir en el momento de decirlas.

Muy buenas criaturicas del blog, soy NenaMelena y bienvenidos a una nueva entrada.

Yo continuamente me siento así, o bien por lo nervios que no me dejan pensar, o bien por yo que sé que ocurre en mí, que jamás digo las cosas que quiero decir, ni tampoco hago las cosas que quiero hacer.

Tal vez sea que me han enseñado a ser menos que el mundo, a ser una cosa minúscula que se lleva el viento, y por eso pienso que no soy nada en comparación con otras personas y por eso no digo las cosas que quiero decir.

O tal vez no me han enseñado a decir las decir las cosas tal y como las siento en cualquier situación (no me refiero a decir todo lo que pienso, jamás podría ser mala persona con alguien en una situación en concreto)

Ayer, por ejemplo, el Hoy Es Cycling me transmitió muchas cosas, tanto buenas como malas, pero no soy capaz de escribirlas o de decirlas a nadie. Cuando me monte en la bici en mi primera clase era feliz, en la segunda también, sin embargo, cuando la deje en mi tercera clase y me fui a la ducha, sentí como si hubiera fallado y eso no soy capaz de transmitirlo a nadie.

Me gustaría poder decir las cosas tal y como las siento, pero la realidad es que no puedo.

Me encanta la grandísima familia (además de el mismo) de mi instructor/profesor/lo que sea de ciclo indoor, y de toda mi vida, pero tampoco se explicar el por qué.

Cada vez más, mi vida.

Tal vez sea porque enseña a vivir, enseña a vivir de tal manera que vives sus momentos, vives en su alma, aunque solo sea por un instante, o porque en cada clase que hace me pone los pelos de punta con alguna canción o con alguna frase o simplemente puede que sea el hecho de haber aprendido a hacer un deporte que me transmite tan buen rollo, que me encanta.

Y su enorme familia tiene esa misma alma y el mismo corazón que tiene el, dan cachitos de su alma en cada clase, (no me entendáis mal, ellos se quedan con su alma y su corazón, pero es como si dieran parte a cada uno de los presentes).

De verdad, en cada una de las clases que ayer se vivieron, cada uno dejo un pedacito de su alma y de su corazón encima de la bici.

Y no quiero dejar esta entrada sin dar las inmensas gracias a todos por darme energías, hasta cuando pensaba que no me quedaban más y por ayudarme en todo lo que me dejaba ayudar.

Ahí abajo están los comentarios, para que nos digáis si te has sentido alguna vez como yo.

Gracias por leer!!