domingo, 15 de septiembre de 2019

Un finde piragüero

El fin de semana pasado fue completamente de piragua y acabe lo más reventada que puede acabar una persona, pero lo disfrute como una enana.

Muy buenas criaturicas del blog, soy nena melena y bienvenidos a una nueva entrada.

Comenzamos el viernes por la tarde con los paseos solidarios que este año iba para una asociación que uno de los chicos hace piragüismo, en el creo que me pusieron en la mesa para recaudar el dinero y digo creo porque no me acuerdo si ese día fue el que entrene con un aire que pa que, o fue el día anterior, soy Dori…

También esa misma tarde llegaron al Azud todos los que competían con nosotros al día siguiente que eran de fuera de Zaragoza e incluso de Aragón.

Ese día me fui a dormir prontito porque el sábado por la mañana teníamos el 1º Open Nacional de Paracanoe en Zaragoza, en el cual hice 1000 metros, los cuales disfruté muchísimo en compañía de todos los que se acercaron a vernos.

Fueron 1000 metros de infarto en los que lo di todo y más, y conseguí el 3º puesto, que esta muy bien teniendo en cuenta que competía con unas campeonas,

Después de la competición decidimos comer allí todos juntos, así que allí nos quedamos, para luego a la tarde estar presente en más paseos solidarios, además 2 de mis compañeros tenían que pasar mesa de clasificación.
Imágenes realizadas por mi hermana y Monkayak Hiberus
Por la tarde más paseos solidarios, en los que se acercaron muchísimas personas para contribuir con una buena causa, además de para dar paseitos en piraguas autovaciables, los cuales disfrutaron de una actividad muy divertida.

Y acabamos con el domingo por la mañana, con el Descenso del Ebro, que este año lo hicimos a nivel club porque no se apuntó mucha gente de fuera.

10 km en una autovaciable con mi hermana, desde Juslibol hasta el Azud, los cuales los hicimos con algo de dificultad, porque las autovaciables son difíciles de gobernar, se van en seguida para todos los lados, pero al final conseguimos gobernarla y llegar con algo de dignidad al azud, en el cual nos esperaban familiares y amigos.

Durante el descenso hubo unas zonas de rápidos los cuales yo pensaba que me iba al agua, pero al final todo se supero y fue un día estupendo en el que disfrute como una enana en compañía de mi hermana y del resto de monkayistas.

Y después del descenso se hizo entrega del dinero recaudado en los paseos solidarios a la asociación de enfermedades mitocondriales en un emotivo acto, allí mismo en el azud. 

Y sin más que contar, me despido hasta dentro de otros dos domingos, ya que el siguiente me voy a otra regata.

Gracias por leer!!

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