domingo, 20 de octubre de 2019

Dos findes de regatas

La regata entre puentes en Tudela, El trofeo Adrian Martinez en Aranjuez y la regata del pilar en Zaragoza, esas son las 3 regatas que tuvimos en 2 fines de semana.

Muy buenas criaturicas del blog, soy nena melena y bienvenidos a una nueva entrada.

Comenzamos con la de Tudela, que fue el domingo 29 de septiembre, creo que fueron 500 metros en los que palee fatal, fue el campeonato que peor palee hasta la fecha, aparte de los primeros que no tenía ni idea de palear, he visto fotos y me ha dado hasta vergüenza verme, pero un mal día lo tiene cualquiera, y ese era uno de ellos.

En Tudela nos hizo un día estupendo, si casi aire y con sol, por lo menos cuando salimos los paracanoes a competir.

Tuve que esperar a mi piragua, porque antes que yo la uso otra monkayista, llego, montaron los estabilizadores, pusieron el asiento y para la regata, no tuve tiempo ni de pensar el recorrido y como iba a remar, que ya daban la salida, para la cual estaba preparada a medias, pero no vamos a hacer responsables a otros de que paleara fatal, porque eso fue mi culpa totalmente.

Llegué 2º por muchísimo, y obtuve una medalla de plata, no merecida, por lo mal que lo hice, pero ahí estaba, recogiendo la medalla con una sonrisa en la boca (en ese momento no pensaba que lo había hecho tan mal).

La siguiente regata fue la de Aranjuez, el 5 de octubre, que fue una regata a la que fuimos poquitos, pero en la cual me lo pase muy bien y disfrutamos de una tarde estupenda en compañía de otros paracanoes, pero nos tuvimos que ir pronto, ya que al día siguiente era la regata del pilar, y el viaje era largo.
Mis medallas de Tudela y Aranjuez y mi copa de la regata del Pilar
O sea, competimos, y nada más competir, conseguir unas medallas y un premio super bonito para Monkayak y cambiarnos tuvimos que volver a Zaragoza. Era solo una ida, creo que no llegaba a 200 metros, pero me lo pase genial con todos los presentes.

Y al día siguiente, fue la regata del pilar, que también hicimos solo una ida, en la cual tenia que meterme en un kayak de mar, y cuando vi las olas que había en el Ebro y el aire que hacía, dije que no me metía.

Ahí estaba yo, que me había quitado hasta el chaleco, porque estaba convencida de que no quería hacerla en ese kayak, hasta que me convencieron de lo contrario, y me metieron en el kayak de mar, que como siempre me iba para el lado izquierdo, pero una de las entrenadoras se puso a mi vera, y no me dejo en ningún momento.

Fue una ida de concentración total, por las algas, las olas, las demás piraguas, el aire, el kayak ancho, que no llegaba a meter la pala en ninguna de mis paladas, que era como, si meto más la pala me voy al agua.

Nunca me he caído al agua en medio del río, no sabia como iba a resultar esa caída, así que no quería caerme por nada del mundo, iba tan concentrada que no sabia lo que estaba pasando a mi alrededor, solo oía a la entrenadora y a veces ni eso. 

Y sin más que contaros me despido hasta el próximo domingo.

Gracias por leer!!