Historias rarunas (con Story Cubes)

Bueno... pues después de estar 2 semanas sin poner blog, la semana del 16 por no tener internet en el poblacho del que son mis padres (si lo llego a saber me llevo la tablet...) y la del 23 porque me fui a la playitaaaa, jiji, pero bueno ya estamos aquí de vuelta, para seguir con el blog.

Ya lo siento, pero voy a poner el blog que tenia preparado para el 16, el 23 no iba a ponerlo de todas maneras, pero el 16 me jorobo mucho el no poder conectar el mini al internet. No tengo preparada ninguna otra entrada, ya que vine ayer de la playa, así que, es lo que toca. 

Erase una vez un paracaidista que tuvo la brillante idea de crear una varita mágica con una linterna y una calculadora para crear bichos muy asquerosos, pero un buen día oyó una sirena de policía que, al ver que todos aquellos bichos que inundaban las calles, salían de su casa, lo cogieron y lo metieron en la cárcel, con la suerte que llevaba su varita escondida entre las ropas, así que con las palabras pertinentes, esta lanzo un rayo cegador que consiguió abrir la cerradura de la celda. Pero él no se podía imaginar que la cárcel estaba en lo alto de un árbol gigante y que debajo había una fuente con agua, así que cayó dentro de esta y gracias a las huellas que iba dejando la policía lo volvió a coger.

Erase una vez un chico muy glotón que no paraba de comer y un buen día decidió emprender un viaje con la única compañía de un maletín de piel. En su viaje se encontró a otro chico que estaba empujando la puerta de una torre, sin mucho éxito, que le explico que dentro estaba su bebe y que mirara el escudo que era a rayas, era cierto, así que no podía mentirle de ninguna manera, entonces y solo entonces decidieron entre los dos que lo mejor sería comenzar a cavar un hoyo para poder llegar al otro lado, mientras estaban cavando se encontraron con una ameba, la cual, el glotón que tenía mucha hambre, dio buena cuenta de ella y su compañero de excavación lo miro horrorizado. Cuando por fin entraron a la torre, allí no había bebe alguno, pero en su lugar había una seta gigantesca, que después de discutir sobre la mentira que le había contado, le dejo comerse más de la mitad y así lo hizo, con tan mala suerte que era una seta alucinógena, así que como si se hubieran tomado un tripi, se fueron a un mundo en el que había dinosaurios y volcanes casi en erupción. Cuando el glotón se pensaba recuperado retomo su viaje, despidiéndose de su nuevo amigo y de repente se encontró con un cuervo parlante que le dijo que era de un circo que estaba a unos 15 minutos andando, el pensó ¡¡Que buen reclamo!!, pero luego pensó que eran las alucinaciones de la seta, así que decidió descansar un poco en el circo. Una vez allí vio a un payaso que se le caía todo y que era muy torpe, pero cogió y se subió a la cuerda del fonanbulista allá en lo más alto, el glotón pensaba que se iba a caer al segundo, pero no el payaso hizo unas acrobacias en lo ato de la cuerda y luego cayó de manera graciosa a una red, también salió uno que hacia malabares con una pelota, que la lanzaba al público y el publica se la devolvía y el la volvía a coger utilizando todo su cuerpo, luego salió otro que con los ojos tapados con una máscara adivinaba el objeto que era y su color con tan solo tocarlo con una mano, el glotón quedo totalmente impresionado por estos hombres que hacían tantas cosas, pero estaba muy cansado, así que el pobre se durmió. En el sueño vio a un chico señalando una estrella fugaz, así que decidió pedir un viaje por el mar, pero cuando iba a conseguir su gran sueño lo despertó de golpe una sirena de policía, la policía metió en la cárcel a todo el que pillo, menos a el que se escondió. Pensó que podía hacer algo por aquella pobre gente, así que se fue para la cárcel y gracias a un imán gigante que había en una caja del circo, salieron todos de la cárcel. Le estaban tan tan tan agradecido, que le contaron que eran ilegales y que no tenían dinero porque esa era su primera función, pero le dieron multitud de cosas que tenían ellos para hacer sus espectáculos, entre ellas una flauta, un contador para niños y una bascula de oro, así que una vez solo saco su calculadora e hizo algún que otro calculo, decidió venderlo todo e irse a vivir su sueño de viajar por el mar.

Como siempre ahí abajo tenéis los comentarios, por si quereis hacer alguna otra historia con los dados de las dos imágenes, o por si queréis comentar lo que sea.

Muchas gracias.